El contrato de trabajo se caracteriza por su gran utilidad que se
manifiesta especialmente en la posibilidad de innovaciones subjetivas,
subrayándose el nuevo empresario como parte del contrato en el lugar y
derechos del anterior.
Precisamente para asegurar la conservación del negocio
del contrato, en este caso el contrato de trabajo, el ET en los
artículos 42, 43 y 44 establece una serie de garantías por cambio de
empresario que estudiamos a continuación.
Sucesión de empresa. Concepto. El cambio de titularidad
de la empresa o centro de trabajo. La subrogación empresarial.
Modalidades de transmisión: a) “Inter.-vivos”, b) “Mortis-causa”, y por
incapacidad o jubilación del empresario. Art. 44 ET.
Concepto:
El cambio de titularidad de la empresa, centro de trabajo o de una
unidad productiva autónoma de la misma, no extingue por sí mismo los
contratos de trabajo celebrados con el empresario cedente, quedando de
nuevo subrayado en los derechos y deberes (obligaciones) laborales y de
seguridad social, incluso compromisos de permisos del anterior.
Se considerará que existe sucesión no sólo en el caso de
transmisión de la empresa en su integridad, sino también en cesiones
paralelas “cuando la transmisión afecta a una entidad económica que
mantenga su identidad entendida como un conjunto de medios organizados a
fe de llevar a cabo una actividad económica esencial o accesoria”.
El negocio jurídico por el que se cede la empresa puede
revestir cualquier modalidad. Así, por ejemplo, pude ser traslativo del
dominio o mero goce, oneroso o gratuito, intervivos o mortis causa,
abrazando por tanto las transmisiones sucesorias, las donaciones,
compra-ventas, arrendamientos, usufructos, traspasos de negocios,
absorciones y fusiones de empresas, … Y en cualquier modalidad de
transmisión.
Régimen jurídico de la sucesión de empresa:
Se contiene básicamente en el Art. 44 del ET, cuyas reglas en esencia son las siguientes:
- El cambio de empresario no extingue la relación laboral. El contrato de trabajo se considera tras la sucesión empresarial.
- La subrogación del nuevo empresario en los derechos y
obligaciones del anterior. Se produce por imperativo legal, siendo
irrelevante en ella la voluntad del empresario cedente, del cesionario y
del trabajador cedido.
- En las transmisiones intervivos, el cedente y el
cesionario responderán solidariamente durante 3 años de las
obligaciones laborales nacidas con anterioridad a la transmisión, y que
no hubieran sido satisfechas. También responderán solidariamente de
las obligaciones nacidas con posterioridad a la transmisión cuando la
cesión fuese declarada delito.
- Salvo pacto en contrario, las relaciones laborales de
los trabajadores afectados por la sucesión seguirían rigiéndose por el
convenio colectivo de origen hasta su expiración o hasta la entrada en
vigor de otro convenio nuevo aplicable.
- Cuando el cambio de la unidad productiva conserva su
autonomía no se extinguirá el mandato de los representantes legales de
los trabajadores.
- El cedente y el cesionario, con la suficiente
antelación, deberán informar a los representantes legales (de no
existir éstos, a los trabajadores afectados) sobre los siguientes
puntos:
- Fecha prevista de la transmisión.
- Motivos de la transmisión.
- Consecuencias para los trabajadores afectados.
- Medidas previstas.
- Cesión ilegal de mano de obra o prestamismo laboral. Art. 43 ET.
La contratación de trabajadores para cederlos
temporalmente a otra empresa fuera del marco jurídico de la empresa de
trabajo temporal, constituye un acto ilícito del que derivan las
siguientes responsabilidades o consecuencias graves:
- El empresario cedente y cesionario responden
solidariamente de las obligaciones para con los trabajadores y la
seguridad social.
- La cesión de trabajadores en los términos políticos
por la legislación vigente, constituye, al amparo del Art. 8.2 de la
LISOS, una infracción administrativa muy grave sancionable tras el
oportuno expediente, y al amparo del Art. 312 del CP una infracción de
tipo penal, este artículo sanciona con pena de prisión de 6 meses a 3
años a los que trafiquen de manera ilegal con mano de obra.
- Los trabajadores cedidos ilícitamente pueden optar
por adquirir la condición de fijos; bien en la empresa cedente o bien
en la empresa cesionaria; si decidieran el cambio, su régimen jurídico
sería el correspondiente a la nueva empresa, aunque la antigüedad se
computará desde el inicio de la cesión ilegal. La opción deberá
ejercitarse mientras subsiste la cesión, no si ya hubiera concluido.
- Subcontratación de obras y servicios.
Esta, se regula en el Art. 42 del ET. Ciertas empresas,
para su proceso productivo, requieren los servicios de otras empresas
auxiliares para la realización de obras o servicios correspondientes a
la “propia actividad”; estas empresas auxiliares celebran con la
empresa principal contratos civiles de ejecución de obra, bien sea con
suministro de materiales o sin el y aportando, para la realización de
la obra convenida, sus propios trabajadores. La participación de ambas
empresas (principal y contratista o contratista y subcontratista) en un
proceso productivo común se regula en el Art. 42 del ET.
La existencia de estas empresas contratistas o
auxiliares es lícita, como lícito es el contrato que los vincula con la
principal. Ahora bien, para evitar desviaciones fraudulentas, el Art.
42 del ET arbitra las siguientes medidas:
- Antes de contratar la subcontrata, el empresario
principal que está obligado a comprobar si el contratista está al
corriente en el pago de las cuotas de la seguridad social; para tal
comprobación, el empresario principal debe solicitar de la tesorería
general de la seguridad social una certificación negativa por
descubiertos.
Si dicha certificación negativa no se expide en el plazo
de 30 días, el empresario principal queda exonerado de
responsabilidad; por el contrario, el empresario que celebre una
contrata con un contratista en descubierto sin solicitar certificación, o
la certificación solicitada señala descubiertos, quedará incurso en
responsabilidad.
La doctrina está dividida en cuanto a la naturaleza de la
responsabilidad: solidaria, subsidiaria o simplemente administrativa.
- Para después de concertada la contrata, es decir,
durante la vigencia o ejecución de la obra el ET arbitra las siguientes
medidas:
Se establece un procedimiento específico de garantías de
los derechos de los trabajadores del contratista; tanto en materia
salarial y seguridad social (Art. 42.2 del ET), como de seguridad y
salud en el trabajo (Art. 42.2 de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales), es decir, el empresario principal responde solidariamente
con el contratista de las obligaciones de éste, nacidos durante la
vigencia del contrato, tal responsabilidad solidaria exigible hasta un
año después de finalizada la obra alcanza a:
- Deudas salariales. No a los salarios de tramitación
(STSupremo de 14 de julio de 1998 dictada en unificación de doctrina),
ni a la obligación de readmitir ni indemnizaciones.
- A las cuotas y prestaciones de la seguridad social.
- Responsabilidades en materia de seguridad y salud en el trabajo; pero hay excepciones:
- No responderá el principal por los actos del contratista en los supuestos siguientes:
- El cabeza de familia que contrata la
construcción o reparación de su vivienda en base a los Art. 42.2 del ET
y 127.1 de la LGSS. El cabeza de familia en estos casos quedaría
exento de responsabilidad, tanto en materia laboral como en materia de
Seguridad Social (y por supuesto en materia de Seguridad y Salud en el
Trabajo).
- Tampoco responderá el principal cuando celebra la contrata al margen de su actividad empresarial.
El ET en su Art. 42.2 párrafo 2º textualmente dice que:
“no habrá responsabilidad cuando al propietario de la obra o industria,
no contrate su realización por razón de una actividad empresarial”. En
este supuesto del apartado b), a diferencia del supuesto del apartado
a), hay que hacer los siguientes matices:
Desde el punto de vista laboral y en base al Art. 42.2 ET no cabe responsabilidad alguna.
Por el contrario, en materia de relaciones de la
seguridad social, según el Art. 127.1 de la Ley de Seguridad Social,
parece que cuando una empresa principal celebre un contrato no referido
a su “propia actividad” responderá subsidiariamente, por supuesto, si
la contratación fuese referida a su propia actividad la responsabilidad
sería solidaria.
- Antes de iniciarse los servicios, el empresario
principal y el contratista están obligados a cumplir unos deberes
informativos:
- El principal hacia los representantes, acerca de la contrata indicando:
- Nombre del contratista.
- Objeto y duración de la contrata.
- Lugar de la ejecución.
- Número de trabajadores que serán ocupados.
- Medidas previstas para la coordinación de actividades desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales.
- El contratista hacia sus propios trabajadores y
Tesorería General de la Seguridad Social sobre la identidad de la
empresa principal (nombre, domicilio y número de identificación
fiscal); y hacia los representantes de sus trabajadores sobre las
características de la contrata (identidad de la empresa principal,
objeto y duración de la contrata, lugar de ejecución, trabajadores que
serán ocupados y medidas de prevención).